Existen diversas opciones, enfoques y niveles de especialización de las formaciones en comunicación clara, por lo que es crucial saber en qué fijarse para tomar una decisión acertada.
Ten claro qué problema quieres que resuelva la formación
Pregúntate para qué necesitas una formación en comunicación clara. Algunas posibles respuestas son:
- Redactar trámites administrativos más claros, y de ese modo, reducir el número de llamadas y consultas presenciales de la ciudadanía por esta razón.
- Mejorar la redacción de documentos para hacerlos más comprensibles, lo que evita errores costosos.
- Mejorar la comunicación con clientes, padres de alumnos, pacientes o colegas, para evitar malentendidos, mejorar la eficacia de los mensajes y la relación con tus audiencias.
Tener un objetivo claro te ayudará a filtrar las opciones y elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.
Revisa el enfoque de la formación
No todas las formaciones en comunicación clara siguen el mismo enfoque. Algunas se centran exclusivamente en la redacción, mientras que otras incluyen diseño de la información, estructura de documentos y estrategias de comunicación visual. Es importante enterarse de:
- Si la formación cubre la comunicación escrita y visual, incluido el diseño de documentos y la presentación de datos.
- Si se adapta a tu sector profesional, ya que las necesidades de la administración no son las mismas que las de un profesional del ámbito de la salud o un especialista en marketing.
Evalúa la experiencia del formador o empresa
La trayectoria del formador en este ámbito es determinante para la calidad de la enseñanza. Claro que hay lingüistas, catedráticos, juristas que pueden aportar valiosas ideas. Pero NO te dejes deslumbrar por los títulos o la popularidad en otros ámbitos. Que una empresa sea conocida solo significa que lleva años en el mercado. Lo importante es conocer su dedicación y experiencia en el ámbito de la comunicación clara.
Valora cuál es la experiencia real de una empresa formando a profesionales de la administración, la salud o del ámbito en cuestión. Para asegurarte de que recibes una formación de alto nivel:
- Revisa la trayectoria del docente: ¿Tiene experiencia en comunicación clara? ¿Ha trabajado en proyectos reales de aplicación de estas técnicas?
- Consulta opiniones, testimonios y encuestas de antiguos alumnos para conocer el valor de la formación.
- Verifica si el formador ha trabajado con entidades de referencia, como gobiernos, empresas multinacionales u organismos internacionales.
Y recuerda que un experto en comunicación clara debe tener una formación y experiencia multidisciplinares. Esta incluirá aspectos como el diseño digital, diseño de la interacción, experiencia de usuario y conocimientos en comunicación, además de los lingüísticos.
Fíjate en la metodología de enseñanza
La forma en que se imparte la formación es tan importante como su contenido. Algunos aspectos a considerar incluyen:
- Formación teórica vs. práctica: Una buena formación en comunicación clara no solo explica principios teóricos, sino que también ofrece ejercicios prácticos y casos reales.
- Enseñanza personalizada: Algunas formaciones incluyen revisión de textos de los participantes, lo que permite aplicar los principios de comunicación clara en documentos reales.
- Uso de ejemplos concretos: Es clave que la formación presente ejemplos «antes y después» para ilustrar el impacto de la comunicación clara.
- Formato del curso: Considera si prefieres un curso en vivo, grabado, presencial o en línea. Cada modalidad tiene sus ventajas según la disponibilidad de los asistentes y sus preferencias de aprendizaje.
Examina los materiales y recursos que ofrecen
Un buen curso debe proporcionar materiales de calidad para complementar el aprendizaje. Pregunta si incluye:
- Guías o manuales descargables con principios y técnicas de comunicación clara.
- Ejercicios prácticos con retroalimentación, para mejorar progresivamente.
- Acceso a ejemplos y casos reales aplicados a diferentes sectores.
- Bibliografía y recursos adicionales para seguir aprendiendo.
Asegúrate de que estos materiales se han creado específicamente para la formación. Encontrarás decenas de guías de lenguaje o comunicación claros en la red, pero eso no basta para organizar una formación eficaz.
Verifica cómo se evaluará a los alumnos
El sistema de evaluación de un curso puede marcar la diferencia en la asimilación de los contenidos. Algunas preguntas clave que debes hacerte son:
- ¿Incluye pruebas o ejercicios evaluados?
- ¿Se ofrece retroalimentación personalizada en los trabajos realizados?
- ¿Se mide la aplicación práctica de los conceptos aprendidos?
- ¿Hay un examen final o un proyecto de aplicación?
Averigua qué extras se ofrecen con la formación
- ¿Se ofrece respuesta a las dudas de los alumnos durante un tiempo tras el curso?
- ¿Se incluye algún servicio adicional con el curso?
- ¿Se proporciona una guía o manual personalizado?
Que incluya sensibilización sobre la falta de claridad y sus consecuencias
Un buen curso de comunicación clara no solo enseña técnicas para mejorar la redacción y organización de la información, sino que también debe incluir una parte importante dedicada a explicar el problema de la falta de claridad.
Sensibilizar a los participantes sobre las consecuencias de una comunicación deficiente es fundamental para que comprendan la importancia del cambio.
Mostrar ejemplos reales de documentos poco claros y discutir sus efectos negativos ayudará a que los participantes tomen conciencia del impacto de una mala comunicación y se comprometan con la mejora.
Que incluya el papel de la inteligencia artificial
Muchos profesionales todavía no utilizan la inteligencia artificial porque desconocen su funcionamiento o su potencial en la redacción.
Esto puede generar una brecha entre quienes saben aprovecharla y quienes siguen escribiendo sin apoyo tecnológico.
Incluir este tema en un curso de comunicación clara permite familiarizarse con estas herramientas y aprender a usarlas con criterio, sin depender completamente de ellas.
Además, la inteligencia artificial puede ser útil para simplificar textos, pero no siempre lo hace bien. A menudo, reescribe de forma mecánica, eliminando matices importantes o generando frases artificiales que no mejoran la claridad. Un curso de comunicación clara debe enseñar a revisar y corregir estos resultados, asegurando que los textos sean comprensibles sin perder precisión ni naturalidad.
Además, el uso de IA plantea riesgos de confidencialidad. Muchas herramientas procesan datos en servidores externos, lo que puede comprometer información sensible. Es fundamental conocer estos riesgos y aplicar buenas prácticas para garantizar la seguridad de los datos al utilizar IA en la redacción y la comunicación.
Valora qué inversión te supone el curso
El precio de una formación debe reflejar la calidad y experiencia de quienes la imparten. Un curso bien diseñado, con metodología sólida y profesionales con trayectoria, tiene un valor justificado.
Pero cuando el coste se dispara sin una razón clara —sin innovación metodológica, sin herramientas avanzadas que realmente transformen el aprendizaje— se trata de una inversión sin retorno. Incluso si incluye un apartado dedicado a la IA.
El post en 30 segundos
Para elegir una formación en comunicación clara, define primero qué problema quieres resolver: mejorar la redacción en tu empresa, hacer textos más comprensibles o estructurar mejor la información.
Revisa el enfoque del curso—si trata solo de escritura o también diseño y presentación—y asegúrate de que el formador tenga experiencia real en tu sector. La metodología es clave: busca formación práctica, con ejemplos claros y retroalimentación útil.
Además, fíjate en los materiales, el sistema de evaluación y si ofrecen soporte tras el curso. Elegir bien significa que la formación servirá para resolver un problema real.
