Cómo escribir un resumen de políticas

En el diseño de las políticas que afectan a la población, la evidencia científica tiene un papel clave. Pero los funcionarios responsables de las políticas no dominan todos los temas técnicos, y son, además, personas muy ocupadas.

Así que para que las políticas se basen en los datos científicos más recientes, la ciencia debe explicarse de forma accesible y útil, de modo que ayude a los responsables políticos a fundamentar sus decisiones.

Una de las herramientas de que dispones para comunicar los resultados de la investigación y el conocimiento de manera efectiva y concisa con el máximo efecto son los resúmenes de políticas.

Un resumen de políticas es un documento que explica las opciones que se pueden adoptar en las políticas para resolver un problema.

Los funcionarios son personas ocupadas. Un resumen de política no debería superar las dos a cuatro páginas o 1500 palabras. Si te cuesta limitarte a esa extensión, escribe lo que creas necesario, y luego, resume.

Esta es la clave para empezar, sobre todo si te atascas: define una pregunta de política clara. Lo puedes hacer de dos formas:

  1. Planteas primero la pregunta y analizas la información disponible para responderla.
  2. Identificas un descubrimiento importante y lo comunicas como problema de política.

Te puede ser muy útil empezar por preparar un informe detallado y escribir por separado el resumen de política.

Organiza el material siguiendo una secuencia lógica, especifica claramente el propósito del resumen y cerciórate de que contiene la información completa y esencial, en versión simplificada.

Para saber qué contenido debes incluir, identifica a la audiencia a la que quieres dirigir el resumen, define su interés y conocimiento del tema y la información que necesitarán para tomar una decisión.

Evita incluir demasiada información. Selecciona y utiliza solo la que mejor resuma el tema y ayude a entender el problema o la solución. Cuidado con el número de cifras e indicadores, vigila que no sea excesivo.

Debes ser claro al mostrar los resultados que respaldan el objetivo y tienes que plantear la lógica de las recomendaciones con sus beneficios y ventajas.

Finalmente, relaciona las recomendaciones con los resultados del análisis y destaca las principales conclusiones.

Cuál es la mejor forma de redactar un informe de políticas

Ten en mente a los destinatarios del informe. Lo recomendable es que utilices un lenguaje adaptado a ellos, que les resulte claro.

Limita el uso de adjetivos y adverbios (sobre todo los acabados en -mente).

Evita las ideas abstractas. Para ello, justifica cualquier afirmación con datos o con hechos. Di «50%» mejor que» muchos», o «uno de cada tres» en lugar de «bastantes».

Lo ideal es que evites los tecnicismos, pero no sacrifiques la exactitud del contenido. Si el tema es muy técnico, un glosario breve puede ser muy útil para los destinatarios del informe.

Pregúntate cómo cada párrafo sirve al objetivo final del documento. El texto debe estar vinculado con los mensajes importantes del resumen.

El documento debe estar bien estructurado. Empieza por escoger un buen título. Aunque las personas no leamos las publicaciones, siempre leemos los títulos. Es tu oportunidad para incitar a la lectura a los destinatarios del resumen. Un buen título es conciso, informativo y despierta el interés o la curiosidad.

Si el título logra atraer la atención del destinatario o destinataria del informe, pasará al resumen. Colócalo al principio del documento, de modo que se lo encuentre fácilmente. Debe ser corto y preciso, entenderse por sí solo sin necesidad de consultar el documento original. Recoge los enunciados principales del trabajo original sin entrar en explicaciones detalladas.

Luego, en el cuerpo del informe, organiza el texto por apartados que encabezarás con un subtítulo. Para organizar las ideas, y por tanto los apartados, siempre es de ayuda redactar primero un índice.

Cómo puedes presentar un informe de políticas

Valora si un gráfico o una ilustración pueden ser útiles a clarificar una idea. No los añadas sin justificación. No deben repetir ideas que ya se plantean en el texto. Pero cuidado: los gráficos deben ser claros y fáciles de interpretar.

Los cuadros también pueden ser útiles, pero su uso tiene que estar justificado: no sobrecargues el texto. Por ejemplo, puedes usarlo para presentar datos numéricos, si realmente es necesario hacerlo.

El uso de textos destacados, por ejemplo en el margen, sirve para atraer la atención sobre los contenidos que desees destacar.